miércoles, 13 de abril de 2016

EL AMOR DE DIOS EN TI


 Hacer que una persona se enoje o se sienta ofendida es muy fácil y sin valor alguno, mas cuan diligente, tolerante, sabio, paciente, valiente, esforzado y lleno de amor tienes que ser para hacerle sentir bien pues en esto hay virtud. Todas la cosas que queremos que el prójimo haga con nosotros, así también nosotros debemos hacer con ellos (Mateo 7:12).

    Es necesario aprender a dar valor a alguien, no por quien es, sino por lo que dignifica su existencia, sin permitir que tu felicidad dependa de eso, porque no siempre las personas harán y actuaran como tú quieres, deberás amar al prójimo como a ti mismo, pero antes de poder amar a otro deberás aprender amarte tu; y para conocer el verdadero amor necesitaras reconocer la existencia de un ser supremo, y ese es Dios.

   El derrama su amor en nuestro corazón y capacita al hombre para dar un amor puro, sin egoísmo, benigno, que no se jacte de sus acciones para con él, cuando podemos entender y aceptar esta verdad en nuestras vidas, se produce un cambio en nuestra mente renovando el pensamiento causando en nuestra alma un bálsamo que nos trae descanso de la carga continua que trae a nuestras vidas la actuación del ser humano en las distintas circundarías del diario vivir.



“Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”. 
Romanos 5:5 


“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor ,6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 el amor nunca deja de ser”.
 1º de Corintios 13:4 

   Si a diario renovaras el entendimiento con palabra de Dios, a diario tus decisiones, actitudes, perspectiva de la vida cambiara y ayudaran a otros a cambiarla. La influencia que tenemos en otros es diaria, si proclamamos amor recibiremos amor, hay días en que puedes ser ese instrumento de Dios en la vida de otros, aun sin ser cristianos plenamente podemos transformar la vida de otros.

“Entonces algunos de los Fariseos de la compañía, le dijeron: Maestro, reprende á tus discípulos. Y él respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaren, las piedras clamarán”

 Lucas 19: 39 – 40 


“Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante á éste: Amarás á tu prójimo como á ti mismo”. 

Mateo 22: 38 - 39

Profeta Aneler Urribarri de Daza

1 comentario:

  1. La palabra de Dios es buena, siempre nos confronta, nos guía a toda verdad y justicia. Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

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