BUSCANDO EL ROSTRO DE DIOS

   Muchos de nosotros ignoramos lo importante y beneficioso  que es buscar la presencia de Dios; la mayoría de las personas con frecuencia busca su propio beneficio, los placeres de la vida y sus riquezas (Lc. 8:14), los científicos buscan hoy en día entender lo que ellos mismo desconocen y no pueden explicar y se han inventado una serie de teoría; por ejemplo que el ser humano es parte de una evolución como lo han sido por siglo la naturaleza y los animales; otra parte de científicos que se dicen ser sabios y expertos en la cosmología física dicen que nuestro origen proviene de una gran explosión en el espacio entre otras teorías. 

   La felicidad de muchos cristianos depende muchas veces de su estado ánimo; si están pasando por un buen momento dicen que el gozó del Espíritu santo esta en ellos, si están pasando por un mal momento se sienten tan deprimidos y “estresado” y algunos terminan tomando la decisión de apartarse de la congregación. El gozo del Espíritu Santo solo podrá permanecer con aquellos que buscan la presencia de Dios.

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”. Santiago 1:2

“Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, Y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido”. Salmos 40:16

   ¿Qué es buscar a Dios? Esta pregunta podemos resumirla de manera sencilla y es buscarlo por medio del ayuno, la oración, la vigilia y el leer la biblia. Esto te acercara cada día más a él y a ver su gloria en cada día.

   Juan 14:27  Nos habla de la paz que solo Dios puede dar y que en el mundo no la conseguiremos. El que busquemos de Él no nos hará ajeno a los problemas diarios que presenta la vida pero si ayudara a verlos desde una perspectiva victoriosa.

   Numerosas iglesias hoy en día han abandonado la búsqueda del creador y se han ido en pos de las riquezas ilusorias, hoy en día los temas principales de estas son el de la prosperidad, este tema se ha convertido en el favorito de muchas congregaciones; (1Ti. 6:9-10) dice que aquellos que quieran enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Las bendiciones que tanto se anhelan para la iglesia y el ministerio tan solo las alcanzaremos en una búsqueda de lo que Dios ha destinado para nosotros como su pueblo. (2Cr. 15:12) Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma.

Profeta Aneler Urribarri de Daza